martes, 29 de septiembre de 2009

Política y espectáculo: En la cancha se ven los gallos.


Por Omar Cid


Arrate, con tranquilidad, precisión y una cuota de humor, se impuso en el debate televisivo organizado por TVN, lo que en ningún caso implica un gran despegue en las encuestas, pero deja en el aire la constatación que existe un sector político y social con historia y propuestas distintas para el país.


Con un formato rígido, donde los candidatos deben privilegiar la síntesis, con ideas muy condensadas y con escaso tiempo para réplicas, se dio inicio a la campaña electoral en la televisión abierta.

Tres de los cuatro candidatos se mostraron tensos desde el inicio, tres de cuatro postulantes a La Moneda, usaron ternos oscuros y uno de ellos con un traje bastante más claro, marcó la diferencia en el uso de colores y moda.

Dos de los cuatro candidatos se tiñen el pelo; y ocultan su edad dando rienda suelta al deseo de ser permanentemente jóvenes, el más joven de los postulantes, buscó mostrarse como un candidato digno a la Primera Magistratura y lo logró, el último de los postulantes no oculta sus canas, y se expone a los espectadores, generando un ambiente cálido.

El público entonces, tiene ante sus pantallas la posibilidad de observar: posturas, rostros y el uso del lenguaje tanto corporal como discursivo.

Enríquez, pide cancha
Marco Enríquez, se presentaba a la audiencia por primera vez como un posible Presidente de la República, sus problemas de dicción los trabajó bastante. Sin embargo, todavía quedan frases y palabras imposibles de entender, se veía incómodo en el esquema donde la precisión juega un papel trascendental, de hecho el periodista Alejandro Guillier, le llamó la atención varias veces por excederse en el tiempo.

Su discurso estuvo marcado por la reforma tributaria que permitiría mejorar los planes sociales y de educación, fue el más incisivo de los candidatos, al cuestionar a Frei, por el tema de las construcciones de viviendas, a Piñera por el despilfarro electoral y en especial por los silencios, en cuanto a temas como los criminales de cuello y corbata, hizo guiños a Arrate, con quien no entró en conflicto.

En términos futbolísticos, el debutante (MEO) se desempeñó en la cancha de modo correcto, dio algunos pases errados, disparó un par de veces al arco de los contrarios, dando en los postes y obteniendo el aplauso de la galería.

Eduardo Frei, el polifuncional
Eduardo Frei, no es un hombre de grandes discursos, cuando interpeló al candidato de la derecha con el informe internacional de transparencia, su voz se volvió insegura, balbuceó (tribunal) luego corrigió, fue de menos a más, centrando algunas ideas fundamentales como: más Estado para solucionar los problemas de la gente, desarrollo de un plan de reinserción para los jóvenes y familias en peligro social, regulación del sistema privado de enseñanza universitaria, búsqueda de calidad en educación y reformas laborales.

Se sintió incómodo con el ataque directo de Enríquez, por el argumento de la construcción de casas, no así con la réplica de Piñera, en cuanto a sus bienes. Su mensaje final, fue lo más logrado de la noche.

Estamos frente a un jugador discreto, que sin embargo, tiene la particularidad de ser polifuncional, ordenado, no sale jugando con elegancia, pero da el pase a quien corresponde y en situaciones complicadas la revienta. El público siempre lo premia porque moja la camiseta.

Piñera, la estrella que no brilló
Sebastián Piñera, se presentaba con grandes expectativas generadas por las propias encuestas y porque sus partidarios esperaban que en este primer debate deslumbrara, lamentablemente se le vio opaco, algo molesto desde el principio, recibió los embates del joven Enríquez, pero la intervención de Frei, acerca del informe internacional de transparencia terminó por sacarlo del debate, pudo en todo caso, exponer algunas ideas, que son las mismas expresadas en sus slogans de campaña, lo que no es una estrategia nueva, ya Lavín la usó hábilmente, porque va dirigida a los sectores más pobres y con menos capacidad de filtración de mensajes.

Sus propuestas buscan un aumento sustantivo de la planta de carabineros 10.000 más de los existentes, poner candado a la puerta giratoria de Los Tribunales de Justicia, además de preocuparse de las víctimas. Sin embargo, el tema de la píldora del día después relacionada con la violación de una niña de la comuna de La Reina, nuevamente lo dejó en una posición incómoda, por la falta de solidez entre las propuestas y la realidad.

Su empeño en cambiar el estatuto docente y facilitar reformas laborales, resultaron derechamente pifiadas en el recinto, lo que indujo al moderador a llamar al silencio y respeto, su propuesta de crear una especie de servicio de defensa del consumidor, para la banca, nuevamente desató pifias.

Este ambiente, pudo haber influido en que el candidato derechista no se sintiera a sus anchas, incluso cometió un error semántico, al referirse al tema de la corrupción cuando afirmó: “el mejor desinfectante, es la luz solar” en su discurso final, usó todos los guiños posibles: Dios, unidad, cambio, patria de hermanos, etc. etc.

Para la galería, Piñera sintió el peso del jugador del que todos esperan un destello de espectacularidad, pero pasaron los minutos y no ocurría nada, es más a los quince del primer tiempo, le hacen un túnel y lo desconcentran del partido, pierde la posición, remata y falla, lleva el balón pero no desborda, da pases insulsos, generando expectativas de gol, pero sin poder marcar la diferencia, desde la banca quedó la sensación de tener en la cancha a un jugador que en los momentos claves le pesa la camiseta, arruga, pero en los entrenamientos las hace todas.

Arrate, el viejo Crack
Arrate en cambio, hace gala de una seguridad y tranquilidad que al teleespectador lo impresiona, pareciera que toda la vida hubiera estado ahí esperando el momento, fue lúcido, claro, dedicando su mensaje al mundo de la izquierda y a la gente que votó en el plebiscito de 1988, por la concertación.

Planteó la necesidad de una nueva Constitución Política, abriendo paso a buscar mayor justicia social, dando al Estado la posibilidad de intervenir en ámbitos como la educación, salud y el derecho a la vivienda.

Su discurso por momentos, nos situaba en un Chile de otra época, esa que la mayoría de los jóvenes no conoció, con ojos ávidos los electores gozaron de un político de viejo cuño, usando correctamente los tiempos verbales, sinónimos.
Para el espectador, quedó absolutamente claro, donde está la izquierda extra-parlamentaria, su debilidad, la ausencia de una propuesta de futuro dirigida a los jóvenes, las mujeres, una sintonía mayor con los gremios y en especial el desarrollo de propuestas medio ambientales, a pesar de eso, lejos… el más culto, el mejor preparado y muy importante el que menos sintió la presión.

Para los hinchas, escuchar a Jorge Arrate, es reencontrarse con lo mejor del futbol, los que venían a ver a las nuevas figuras, se quedaron con la elegancia del toque sutil, el pase largo a lo chamaco Valdés, los desbordes y las cachañas, un Ronaldo en las canchas criollas.

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